30.8.11

El tiempo apremia

La temperatura media de la superficie terrestre subio más de 0,6oC en los últimos años del siglo XIX. Se prevé que aumente de nuevo entre 1,4oC y 5,8oC para el año 2100, lo que representa un cambio rápido y profundo. Aun cuando el aumento real sea el mínimo previsto, será mayor que en cualquier siglo de los últimos 10.000 años.

La razón principal de la subida de la temperatura es un proceso de industrialización iniciado hace siglo y medio y, en particular, la combustión de cantidades cada vez mayores de petróleo, gasolina y carbón, la tala de bosques y algunos métodos de explotación agrícola.
Estas actividades han aumentado el volumen de "gases de efecto invernadero" en la atmósfera, sobre todo de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso. Estos gases se producen naturalmente y son fundamentales para la vida en la Tierra; impiden que parte del calor solar regrese al espacio, y sin ellos el mundo sería un lugar frío y yermo. Pero cuando el volumen de estos gases es considerable y crece sin descanso, provocan unas temperaturas artificialmente elevadas y modifican el clima.
Según las previsiones, la actual tendencia hacia el calentamiento provocará algunas extinciones. Numerosas especies vegetales y animales, debilitadas ya por la contaminación y la pérdida de hábitat, no sobrevivirán los próximos 100 años. El ser humano, aunque no se ve amenazado de esta manera, se encontrará probablemente con dificultades cada vez mayores. Los graves episodios recientes de tormentas, inundaciones y sequías, por ejemplo, parecen demostrar que los modelos informáticos que predicen "episodios climáticos extremos" más frecuentes están en lo cierto.

El nivel del mar subió por término medio entre 10 y 20 centímetros durante el siglo XX, y para el año 2100 se prevé una subida adicional de 9 a 88 cm (la subida de las temperaturas hace que el volumen del océano se expanda, y la fusión de los glaciares y casquetes polares aumenta el volumen de agua). Si se llega al extremo superior de esa escala, el mar podría invadir los litorales fuertemente poblados e incluso provocar la desaparición total de algunas naciones (como el Estado insular de las Maldivas), contaminar las reservas de agua dulce de miles de millones de personas y provocar migraciones en masa.

Según las previsiones, los rendimientos agrícolas disminuirán en la mayor parte de las regiones tropicales y subtropicales, pero también en las zonas templadas si la subida de la temperatura es de más de unos grados. Se prevé también un proceso de desertificación de zonas continentales interiores, por ejemplo el Asia central, el Sahel africano y las Grandes Llanuras de los Estados Unidos. Estos cambios podrían provocar, como mínimo, perturbaciones en el aprovechamiento de la tierra y el suministro de alimentos. La zona de distribución de enfermedades como el paludismo podría ampliarse.

Este mensaje no es una anticipación a la catástrofe, está basado en estudios realizados por PNUMA, exponen que el calentamiento atmosférico es un problema "moderno": es complicado, afecta a todo el mundo y se entremezcla con cuestiones difíciles como la pobreza, el desarrollo económico y el crecimiento demográfico. No será fácil resolverlo. Ignorarlo, sería todavía peor.

Llego el momento de tomar conciencia y hacer contundentes cambios en nuestros hábitos de vida, cuidar los recursos como el agua, dar correcto uso a la energía, preferir las energías limpias y usarlas con conciencia, porque también son limitadas. La mejor energía que podemos utilizar es la "energía creativa" esa será la que aporte soluciones.

La gobernación de Nueva Esparta y las alcaldías de nuestro estado, deben centrar su atención en generar soluciones que nos permitan desarrollarnos cuidando el medio ambiente en que vivimos y garantizar programas y soluciones que apoyen el desarrollo sostenible y sustentable, es menester enfocarnos en promover el turismo amigable con el ambiente, la identidad regional, el cuidado de nuestro patrimonio, la cultura de paz y el crecimiento económico, generando nuestro sustento a través de una economía menos invasiva, ya que estamos recogiendo los resultados que se sembraron con la industrialización. 

Es una necesidad imperante que se reduzcas considerablemente el uso de combustibles fósiles y se promueva el uso de energías limpias como la solar por ejemplo y que se eduque a la población sobre las nuevas alternativas que existen y se les otorgue herramientas para vivir con calidad.

Otro obstáculo que debemos romper es la corrupción imperante en nuestros modelos de gestión y que a todas luces se reconoce en unos y otros, indistintamente del color con que vistan. La situación no admite más demoras. Sabemos que este mensaje llega a los que en este momento tienen el poder en sus manos y pueden generar el cambio, sabemos que llega a los que desde su hogar pueden generar cambios. Así que atentos, este cambio viene de la mano de todos, comencemos ya a construir un estado sustentable y para todos. 

El tiempo apremia y los resultados de quedarnos paralizados a la espera que otros aporten soluciones puede llevarnos a un futuro oscuro.

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