Las personas que hicieron la primera Maestría Personal en la Universidad Coorporativa de SIGO, iniciaron un nuevo ciclo de capacitación denominado Programa de Gestión Comunitaria, para adquirir herramientas puntuales para afianzar sus liderazgos en sus comunidades.
Irene Chávez, gerente de Capital Social de SIGO, informó que el nuevo ciclo incluye una interesante formación que se pasea por las bases legales de la participación social, la mirada compartida de la comunidad, vocería comunitaria, elaboración y gerencia de proyectos sociales y técnicas de diálogo y negociación.
Los talleres comenzaron el pasado viernes 25 de junio con el Eco-Diagnóstico Participativo para la Gerencia Co-Inspirativa Comunitaria, impartido por María Alejandra Briceño y Héctor Negretti, de la Escuela de Liderazgo y Valores de la Universidad del Valle del Momboy.
Luego de una muy interesante, completa y técnica explicación, los participantes tomaron un mapa de tres zonas representativas de Nueva Esparta (Díaz, Mariño y Maneiro), para hacer una especie de replanteamiento de los espacios comunitarios.
Al final de la actividad, muchos coincidieron en que lo más interesante fue el enfoque ecológico y de consciencia ambiental que se le dio al taller.
Parte de este conocimiento se expresó en el siguiente precepto: “La Organización en red de comunidades cuyas estructuras sociales y materiales (negocios, economía, tecnologías), funcionen en armonía con la capacidad de la naturaleza para mantener la vida, es decir, que sean ecológicamente sostenibles, capaces de satisfacer sus necesidades sin comprometer las oportunidades de las generaciones venideras”.
Una interesante dinámica con palillos de diente para expandir los paradigmas fue parte del aprendizaje
Otro de los aspectos interesantes del taller fue el insistir en que a pesar de que un diagnóstico del tipo urbanístico pudiera ser elaborado por un equipo de técnicos, como ingenieros, arquitectos, planificadores; hoy en día el paradigma lleva a considerar las opiniones y criterios de los propios miembros de las comunidades objeto del análisis.
“Todos y todas preferimos colaborar a obedecer; tener presencia en lo que hacemos a ser meros peones laborales; ser autónomos y reflexivos en nuestro quehacer desde el entendimiento de su naturaleza y su significado, ser personas participantes en un proyecto común, a ser subordinados robóticos. Todos deseamos que nuestro hacer sea distinguido como un quehacer impecable”, fue parte de la enseñanza.
Cuando esto sucede y se toman en cuenta las opiniones de los miembros de la comunidad se está propiciando que tomen conciencia de los diversos aspectos relacionados con los problemas que las aquejan y se podrá consolidar una base para elaborar un plan único de trabajo dirigido a la solución de los problemas comunitarios. “Contribuir a desarrollar el poder popular”, enfatizó la facilitadora.
El próximo taller, el 16 de julio, tiene que ver con las Técnicas de Difusión y Comunicación Comunitaria: “el vocero comunitario o el periodismo ciudadano”. Este módulo ha sido diseñado en dos sesiones, una teórica y otra práctica en la que van a elaborar materiales ajustados a los diferentes medios de comunicación, como es radio, TV, impresos y medios digitales (internet).
Texto y fotos
Daniel Delgado
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