La 62ª Reunión de la Comisión Ballenera Internacional que se realizó en Agadir, Marruecos, culminó con un sabor amargo para los que nos proponemos día a día salvar la vida en este planeta, sin importar la especie.
Aunque la buena noticia es que los países balleneros no lograron levantar la veda de la caza comercial de ballenas que existe desde 1986, la mala fue que la Comisión aprobó una propuesta de Dinamarca que permitirá a Groenlandia la caza “aborigen” de ballenas jorobadas, lo que además representa uno de los pocos resultados concretos de dicha conferencia.
Llama la atención como en esta reunión se repitió el esquema de la pasada reunión del Clima en Copenhague donde las Organizaciones No Gubernamentales y miembros de la sociedad civil quedaron prácticamente excluidos, siendo los momentos más cumbres los primeros días cuando las negociaciones se hacían a puerta cerrada.
De hecho hubo un pronunciamiento de la World Wide Fund for Nature WWF sobre la necesidad de transparencia en este tipo de reuniones. “Lo que ha ocurrido con la exclusión de la Sociedad Civil durante las últimas 48 horas es simplemente impactante, escandaloso, intolerable, inaceptable e inadmisible. Es preocupante”, dijo Mamadou Diallo, representante de la Fundación.
Esto motivo que las ONGs presentaran un documento al final de la sesión para dejar clara su posición. “Nos gustaría que el énfasis principal y esfuerzo por parte de la CBI dirigidas a la promoción de la conservación de las ballenas y las actividades de observación de ballenas como alternativa a su matanza innecesaria”, es parte del texto.
Con respecto a la decisión tomada que favorece la caza en Groenlandia, dijeron que la CBI debe revisar el concepto de Subsistencia Aborigen Ballenera y la finalidad que se pretende cumplir. “Estos privilegios deben limitarse a las condiciones reales de necesidad en las comunidades indígenas y deben estar sujetas a revisión periódica”.
Turismo responsable, uso no letal
Por otro lado más de 80 operadores de turismo de avistaje de cetáceos de América Latina y El Caribe levantaron su voz en apoyo al uso no letal y la conservación de ballenas y delfines, lo que llaman “Turismo Responsable de Avistaje”.
Con apoyo del Grupo Buenos Aires (GBA), integrado por las naciones Latinoamericanas, los operadores exigieron el mantenimiento de la moratoria vigente desde 1986 (cero caza comercial de ballenas), el respeto de los Santuarios de Ballenas ya existentes en aguas internacionales y reconocidos por la CBI; la creación del Santuario de Ballenas del Atlántico Sur, la promoción del uso no letal de ballenas y en específico del turismo responsable de avistaje y observación, bajo altos estándares de calidad, y la necesidad de modernizar y hacer más eficiente el funcionamiento de la CBI.
Las ONGs ambientalistas de Venezuela si creemos que en este mundo hay espacio para todos y sí podemos convivir juntos
Los operadores pertenecen a Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Nicaragua, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Por nuestro país firmaron Cooperativa Cocolight, Sucre Turístico y Aura Marcucci Expediciones C.A., Agencia de Viajes y Ecoturismo.
GBA denuncia desequilibrios
El conglomerado de países latinoamericanos representados en el Grupo de Buenos Aires también levantaron un documento para dejar constancia de varios planteamientos que respaldan especialmente.
Su preocupación se basó en que el texto del documento final “presenta desequilibrios que lo tornan inadecuado para constituir la base de un consenso. Principalmente, debilita la moratoria, no impide el desarrollo de un mercado internacional de carne y de productos derivados de las ballenas, legitima la cacería científica precisamente en el santuario austral, no disminuye significativamente el número de ballenas cazadas y permite la caza de especies amenazadas y que han sido severamente explotadas, además de que propone que los costos de monitorización y control (observadores, inspección, vigilancia, etc.) de la caza sea sufragada por todos los países miembros”.
Insistieron igualmente en que se debe garantizar la participación de la sociedad civil y observadores gubernamentales y no gubernamentales en el desarrollo de los debates de la CBI, así como favorecer la participación de investigadores de países en vías de desarrollo en el Comité Científico. En este sentido propusieron la separación de las reuniones del Comité Científico de la reunión plenaria anual con el fin de mejorar y facilitar la distribución de información.
Santuario del Caribe
Otra destacada noticia es la que dio Marlon Mills representante de San Vicente y las Granadinas del Caribe Sur por el sector no gubernamental, quien fue la quien elevó a la presidencia de la reunión la declaración conjunta de las ONGs de Latinoamérica y el Caribe de habla inglesa a favor del uso no letal de las ballenas y delfines.
Dijo que por iniciativa de República Dominicana y las Antillas Francesas se está proponiendo la creación de un gran santuario de mamíferos marinos en el Caribe. “En caso de que se logrará, será tal vez la primera vez que todas las islas del Caribe estarían en disposición de cooperar en un tema común de fondo, de tanta importancia para la región”, recoge el documento.
Aunque prácticamente el tema principal del debate que era la reforma a la moratoria de caza comercial impuesta en 1986 por parte de la CBI, quedó para la próxima reunión del 2011; quedó una sensación de fondo con respecto a la vigencia de este Foro internacional, que poco ha podido incidir en la caza indiscriminada de ballenas. A esta situación se le suman los “ilícitos” que envuelven las negociaciones en el seno de las reuniones, tal y como lo publicó un trabajo del periódico británico "Sunday Times". Incluso se deja ver que Japón, nación que apoya la caza de cetáceos, le otorga prebendas económicas a los directivos de la CBI para ganar indulgencia, entre muchas otras irregularidades.
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Texto Daniel Delgado
CNP 9983
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