El 27 de septiembre se celebra el Día Mundial del Turismo que este año se relaciona también con la ecología ya que la Organización Mundial del Turismo ha decretado dicha celebración bajo el lema: «Turismo y diversidad biológica».
Las celebraciones oficiales tendrán lugar en China. A través de la campaña de este año, la OMT llama la atención sobre los dos desafíos mundiales más apremiantes de nuestro tiempo: el uso sostenible de los recursos del medio ambiente y la erradicación de la pobreza extrema.
En la ciudad china meridional de Guangzhou se realizará un Diálogo de Alto Nivel sobre Turismo, Biodiversidad y Desarrollo Sostenible. Este diálogo servirá para debatir cuestiones que van desde el valor económico de la biodiversidad para el turismo, hasta cómo integrar la protección de la biodiversidad en la planificación de un turismo sostenible.
Las conclusiones del Diálogo de Alto Nivel se presentarán ante la décima Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) como parte de la contribución de la OMT a los objetivos del Convenio más allá de 2010, en Nagoya (Japón) del 18 al 29 de octubre.
Esta celebración es bien particular ya que a pesar de que coincidimos en que China es uno de los países con mayor diversidad biológica y potencial turístico, muchas de sus prácticas distan mucho de ser promotores primero de los valores de la Organización Mundial del Turismo y mucho menos de los de las Naciones Unidas, ente garante de los derechos humanos.
Las autoridades chinas no son precisamente las que más respetan los derechos humanos y civiles de sus ciudadanos, y muchos menos lo de los animales. Gracias a la memoria de Google, podemos recordar que precisamente en la ciudad donde se va a “celebrar” el Día Internacional del Turismo dedicado a la biodiversidad, fue donde la organización activista PETA (Personas por la Ética en el Trato a los Animales) grabaron un video que muestra el cruel trato al que son sometidos centenares de perros y gatos en un mercado de pieles de dicha ciudad.
La nota desarrollada entonces decía que algunos de los animales, según PETA, son robados a sus dueños, pues todavía tienen collar. “Los animales, que normalmente son considerados mascotas, son encerrados en jaulas oxidadas (veinte gatos fueron metidos a la fuerza en una) que los comerciantes dejan caer al suelo, causándoles lesiones cuando en el impacto chocan con los barrotes, además de arrojarlos a tanques con agua hirviendo”.
Y ahora que mencionan a Japón, que está cerquita de China, la hipocresía es mucho más contundente. Resulta que en un pueblo de esa nefasta isla llamado Taiji todos los años, por estos días, se realiza la más sangrienta matanza de delfines, lo que ha sido documentado en el film “The Cove” (La Ensenada), que se ganó un Oscar este año y fue prohibida en la nación nipona.
Para muestra una breve descripción de lo que allí sucede: “Veintiséis pescadores, en un cerco con 13 barcos, acorralan a una docena de delfines en una pequeña cala, donde matan a los animales apuñalándolos repetidamente con arpones y largos cuchillos. La superficie del agua (de 4.6 metros cuadrados), se vuelve carmesí, como si sólo hubiera sangre”.
Cuando hablamos de celebraciones, ¿de qué estamos hablando? ¿de un Carnaval? donde todo el mundo se pone caretas, ríe, baila, se divierte y hasta comete “aberraciones” amparados en la impunidad del disfraz ¿y al final de la fiesta? aquí no está pasando ni ha pasado nada. Pues está pasando mucho bajo la mirada indulgente de una sociedad de cómplices, por no llamarlos corruptos, y lo peor que el costo lo estamos pagando todos y no sólo la biodiversidad está amenazada, está amenazada cualquier forma de vida en el planeta.
Pero bueno, porque somos una isla turística y además si queremos aportar nuestro grano de arena para salvar el planeta, los invitamos a celebrar y a por lo menos desde el fuero de cada uno de ustedes ser conscientes y entender que lo poco que hagamos, si cuenta.
CNP 9983
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