5.11.10

Un mensaje para los amigos conductores de autos:


 

Tú que vas detrás del volante, en un vehículo de más de 500 kilos de peso, con un potente motor que responde de manera inmediata con tan solo ejercer algún tipo de fuerza sobre el acelerador. Tú que aunque llueva estas protegido del agua y del frío, que para ver mejor, solo tienes que mover una "palanquita" para que se activen los limpiadores, que en la noche solo giras una perilla y el mundo se ilumina a tu paso, que llevas el control sobre el volante de más de una vida en tus manos, te pregunto:
¿Por qué si voy delante de ti, en muchas ocasiones no me respetas? Yo represento otro vehículo, “no motorizado” pero vehículo al fin y al cabo, sin importar sus dimensiones. Estoy de acuerdo que a veces es necesario que bajes la velocidad si acaso estoy frente a tí y no puedes pasar, pero solo recuerda esto: ”Yo te puedo quitar un minuto de tu vida, pero tú me puedes quitar la vida en un segundo" ¿haz pensado en eso?

Todos los días me puedes ver en las calles, en las carreteras, desplazándome en un vehículo que no pesa ni la octava parte del peso de tu carro. Me desplazo así porque tal vez no tenga otro medio de transporte; porque salgo a hacer deporte, a mover el cuerpo; porque voy a mi trabajo, porque quiero ahorrar dinero, librarme del tráfico; porque no quiero contaminar, en fin, no importa cuál sea el motivo de estar ahí rodando más lento que tú, lo que importa es que estoy ahí, circulando en las calles, luchando por un espacio. Tomando en cuenta que las ciudades, en su mayoría, están diseñadas para los carros, considero que me podrías regalar ese pedacito de calle cuando me veas, simplemente cambiando de carril, dándome seguridad, cuidándome.

¿Recuerdas que te dije que llevas más de una vida en tus manos? Además, si lo vemos desde el punto de vista lógico y científico, te lo pongo de la siguiente manera: Si tienes que bajar la velocidad, significa que tu llegaste a mi, por lo tanto yo estaba ahí primero. La física nos dice que, dos cuerpos no pueden ocupar el mismo espacio al mismo tiempo. ¡Por favor no intentes lo contrario!

Amigo, ponte en mi lugar, date cuenta del esfuerzo físico que yo tengo que hacer para huir de ti, para no sentir que me arrollas, para no sentirme culpable porque te hago bajar la velocidad, para ... … que importa,

Tú solo aceleras moviendo un pie. Yo soy la carrocería de mi vehículo, lo cual no es difícil de entender. Uso casco, guantes, chamarras que brillan, luces, cintas reflejantes en mi ropa, todo esto buscando dos objetivos: 1.- protegerme, buscando mi seguridad. 2.- llamar tu atención, buscar que me veas ¿me ves? dime que el gastar el dinero en luces, pilas, cintas reflejantes, para ser visto por ti sirve de algo si yo uso cintas reflejantes en la noche, ¿podrías dar la luz para que se refleje? podrías prender tus luces por favor, ahí estoy, ahí voy, compartiendo la calle con ustedes.

Amigo conductor, si luego de leer esta información cambias de opinión, considera de ahora en adelante hacer lo siguiente: Compartir el camino simplemente cambiando de carril, ceder el paso al ciclista, proteger a aquellos que su única carrocería es su propio cuerpo, prender las luces cuando tu visibilidad sea menor, comprender que el esfuerzo de cada uno de nosotros merece respeto, ser un conductor consiente.

Y recuerda: yo te puedo quitar un minuto de tu vida, pero tú me puedes quitar la vida en un segundo" comparte el camino.

Atentamente: Tu amigo el ciclista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario