18.10.10
Primer obstáculo para reciclar viene de parte del gobierno en todas sus instancias
Mucha expectativa había en el encuentro que realizó la semana pasada la Asociación Reciclaje y Producción Limpia (Arpli) en la alcaldía de Baruta para hablar del Programa Reciclaje en el Municipio.
Sin embargo la nota que aparece en el blog de la Asociación encabeza que aparentemente las autoridades están obstruyen los esfuerzos comunitarios para minimizar la generación de basura y el cambio climático
La nota dice así: “Las industrias, los comercios, las comunidades, las ONGs y los ciudadanos en los municipios sienten la frustración de ver que las autoridades nacionales, regionales y municipales creen poco en el derecho a la participación efectiva en programas, proyectos y actividades de segregación selectiva, recuperación diferenciada, reciclaje y compostaje de residuos, y que por lo contrario, sólo insisten en grupos de barrenderos informales, contenedores callejeros, camiones recolectores y transportadores de basura, plantas de transferencia y enterramiento de residuos y desechos en vertederos y rellenos sanitarios”.
Las afirmaciones las hizo Hernán Papaterra director ejecutivo de Arpli, quien insistió que las alcaldías, gobernaciones y el ministerio del ambiente, deben revertir a las asociaciones de vecinos y consejos comunales de las comunidades, en forma progresiva, la competencia para gestionar y manejar sosteniblemente las decisiones clave sobre generación mínima, aprovechamiento económico máximo y disposición final racional de los residuos.
Y es que esto no es un capricho de Papaterra o las comunidades es un mandato de ley ya que está expresado claramente en el articulado de la Ley de Residuos y Desechos Sólidos que fue promulgada en noviembre del 2004. El artículo 14, por ejemplo, dice en su numeral 6 que se debe “Incorporar la participación de la comunidad en el proceso de definición, ejecución, control y evaluación de la prestación del servicio”.
El directivo continuó diciendo que “si las industrias del reciclaje formal son fomentadas, auspiciadas y protegidas con financiamiento público, éstas podrían convenir con las comunidades superiores condiciones para un mercado creciente de residuos comercializables y reciclables, con mejores precios de intercambio por la compra-venta, y se podrían crear numerosas empresas de inserción social dedicadas a la clasificación, comercialización y reciclaje de materiales y subproductos, generadoras de empleo e ingreso sostenibles”.
Incluso, sustuvo Papaterra, nuevos rubros de residuos deben ser objeto de información, capacitación, organización y comercialización para reutilización y reciclaje, como los neumáticos para asfaltado, los periódicos para bloques de fibrocemento de construcción de viviendas, los electro-electrónicos para extracción de metales preciosos y raros, los residuos orgánicos para producción de composta y humus, y desarrollo de huertos y viveros, y mantenimiento de áreas verdes en pueblos y ciudades.
Destacó la experiencia de Alcicla, en el sector aluminio secundario, de Ecoplast, en el ramo del plástico PET y otros materiales, de Paveca, en el rubro del papel, los periódicos y el cartón, de Owens Illinois (OI) con los vidrios, de Rendering con los aceites domésticos y de Tetrapak con los tetrabrik, con las que se podría concertar acuerdos de recolección, recuperación y reciclaje.
“Las autoridades municipales, regionales y nacionales si perseveran en ser “los dueños de las basuras” sólo contribuirán a obstruir los necesarios esfuerzos comunitarios para detener la generación insostenible de residuos y el cambio climático”, concluyó Papaterra.
CNP 9983
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