El colectivo busca promover el uso de la bicicleta como medio de transporte
Las "bicimamis" terminan cada recorrido con un pequeño picnic preparado por ellas mismas.
No tienen miedo de manejar la
bicicleta si van en falda y tampoco se dejan intimidar por los autobuses
y los motorizados que se encuentran en la vía. Así son las Bicimamis
Caracas, un colectivo de jóvenes que quiere transformar el concepto que
se tiene de las "mamis" y además promover el uso de la bicicleta como
medio de transporte dentro de la ciudad.
"La mami no es solo la mujer que está buena, es la que se atreve
todos los días a conquistar la calle, que hace lo que quiere y logra lo
que se propone", explica Juli Estrada, una de las promotoras del grupo.
Desde noviembre del año pasado se empezaron a promocionar por medio de distintas redes sociales. En Facebook ya tienen 220 seguidoras y desde allí invitan todos los domingos a las rodadas y picnics que organizan.
Y es que no se trata solo de recorrer la calles de Caracas. Las Bicimamis siempre eligen un espacio de la ciudad donde terminar el recorrido y hacer un pequeño almuerzo para que las seguidoras conozcan nuevos espacios e intercambien experiencias.
Perderle miedo al tráfico es para algunas lo más difícil y para otras el aspecto más retador. María Luisa Campos aprendió a manejar cuando era pequeña, y a sus 23 años decidió sumarse al grupo. "Al principio me dio un poco de miedo, pero cuando uno va acompañado se siente más seguro. Creo que somos un agente de cambio y mientras más mujeres nos sumemos crearemos más conciencia", comenta la joven.
Juli dice que la sensación de libertad que le proporciona ir en bicicleta no la cambiaría por nada, tanto que no tiene problemas en movilizarse a su trabajo o salir a hacer diligencias en dos ruedas.
"Esta ciudad es hostil, pero cuando uno la recorre en bicicleta la observa de otra manera y muchas veces descubres el lado amable de la gente, personas que te saludan, que te dan paso y que están dispuestas a ayudar", comenta Juli.
Aldina Valenzuela es promotora del movimiento Cycle Chic, que se encarga de retratar a los usuarios de bicicletas con ropa que no sea deportiva. Hace poco también se sumó a las Bicimamis y confiesa que ir al lado de un bus pedaleando todavía le genera temor.
"Yo creo que es cuestión de práctica, mientras más salgas a la calle más le pierdes el miedo", sostiene Aldina, quien está convencida de que los caraqueños tienen que empezar a ver las bicicletas como un medio de transporte normal.
Con respecto a la necesidad de demarcar ciclovías en la ciudad, las Bicimamis tienen opiniones encontradas. Juli dice que no se debería limitar a los ciclistas a usar un solo carril, sino más bien enseñar a los conductores a convivir con las bicicletas, así como lo han hecho los motorizados. Otras consideran que a través de ciclovías los recorridos en la ciudad serían mucho más seguros.
Todos los domingos las Bicimamis salen a recorrer una ruta diferente. El trayecto se escoge pensando en las distintas habilidades que se requieren para aprender a manejar bicicleta en la ciudad. Subidas, bajadas, cruces, intersecciones con semáforos, son algunas de las cosas que se toman en cuenta a la hora de trazar el viaje.
Poco a poco el grupo se hace más grande. Las mujeres que se quieran sumar a la iniciativa pueden consultar el grupo Bicimamis Caracas en Facebook.
Desde noviembre del año pasado se empezaron a promocionar por medio de distintas redes sociales. En Facebook ya tienen 220 seguidoras y desde allí invitan todos los domingos a las rodadas y picnics que organizan.
Y es que no se trata solo de recorrer la calles de Caracas. Las Bicimamis siempre eligen un espacio de la ciudad donde terminar el recorrido y hacer un pequeño almuerzo para que las seguidoras conozcan nuevos espacios e intercambien experiencias.
Perderle miedo al tráfico es para algunas lo más difícil y para otras el aspecto más retador. María Luisa Campos aprendió a manejar cuando era pequeña, y a sus 23 años decidió sumarse al grupo. "Al principio me dio un poco de miedo, pero cuando uno va acompañado se siente más seguro. Creo que somos un agente de cambio y mientras más mujeres nos sumemos crearemos más conciencia", comenta la joven.
Juli dice que la sensación de libertad que le proporciona ir en bicicleta no la cambiaría por nada, tanto que no tiene problemas en movilizarse a su trabajo o salir a hacer diligencias en dos ruedas.
"Esta ciudad es hostil, pero cuando uno la recorre en bicicleta la observa de otra manera y muchas veces descubres el lado amable de la gente, personas que te saludan, que te dan paso y que están dispuestas a ayudar", comenta Juli.
Aldina Valenzuela es promotora del movimiento Cycle Chic, que se encarga de retratar a los usuarios de bicicletas con ropa que no sea deportiva. Hace poco también se sumó a las Bicimamis y confiesa que ir al lado de un bus pedaleando todavía le genera temor.
"Yo creo que es cuestión de práctica, mientras más salgas a la calle más le pierdes el miedo", sostiene Aldina, quien está convencida de que los caraqueños tienen que empezar a ver las bicicletas como un medio de transporte normal.
Con respecto a la necesidad de demarcar ciclovías en la ciudad, las Bicimamis tienen opiniones encontradas. Juli dice que no se debería limitar a los ciclistas a usar un solo carril, sino más bien enseñar a los conductores a convivir con las bicicletas, así como lo han hecho los motorizados. Otras consideran que a través de ciclovías los recorridos en la ciudad serían mucho más seguros.
Todos los domingos las Bicimamis salen a recorrer una ruta diferente. El trayecto se escoge pensando en las distintas habilidades que se requieren para aprender a manejar bicicleta en la ciudad. Subidas, bajadas, cruces, intersecciones con semáforos, son algunas de las cosas que se toman en cuenta a la hora de trazar el viaje.
Poco a poco el grupo se hace más grande. Las mujeres que se quieran sumar a la iniciativa pueden consultar el grupo Bicimamis Caracas en Facebook.
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