Estamos organizando la nueva campaña "Ponte las pilas! Recopila!" aún nos falta mucho por hacer, pero desde ahora les dejamos información importante para que puedan ir accionandose y recopilando sus pilas!
Ojalá que lanzar esta tarde el comunicado evite que sean menos las pilas que lleguen a la basura común! Es hora de tomar conciencia, para que se vayan enterando de lo perjudicial de las pilas en el medio ambiente les informamos el proceso de descomposición, el nivel de contaminación por pilas usadas, los efectos en la salud y que podemos hacer.
Proceso de descomposición de una pila
El proceso de descomposición de una pila inicia con la corrosión de la cápsula, a pesar de que esta es de acero, una vez se humedece y tiene contacto con el agua se oxida. Posteriormente se derrama el contenido de la pila que por lo general contiene metales pesados altamente contaminantes y tóxicos. Una vez se derraman estos residuos tóxicos se filtran en los rellenos sanitarios y contaminan el suelo, subsuelo y con el tiempo este fluido llega a las aguas subterráneas, desde donde contamina plantas, animales, agua potable y alimentos, llevando la contaminación a los seres humanos.
Si las pilas se incineran, las emanaciones resultantes darán lugar a elementos tóxicos volátiles, contaminando el aire.
Contaminación por pilas usadas
▫ Pila comun: contamina 3000 lt. De agua.
▫ Oxido de plata: 14,000 lt. De agua.
▫ Alcalina: 167,000 lt. De agua.
▫ Mercurio: 600,000 lt. De agua.
▫ Zinc: 12.000 Lt. De agua.
Efectos en la salud
La exposición a estos químicos que contienen las pilas puede provocar Cáncer. Estudios médicos han demostrado que el consumo constante de alimentos contaminados con mercurio puede provocar cambios de personalidad, pérdida de visión, memoria, sordera o problemas en los riñones y pulmones; en mujeres embarazadas, el mercurio puede acumularse en la placenta y provocar daño en el cerebro y en los tejidos de los neonatos, quienes son especialmente sensibles a esta sustancia. Por otra parte, respirar cadmio produce lesiones en los pulmones y cuando se ingiere generalmente se acumula en los riñones.
Tenga en cuenta la siguiente información, pues se trata de diversos componentes con los cuales se fabrican las baterías.
El mercurio es un posible cancerígeno y es bioacumulable (no se puede eliminar del cuerpo). Una alta exposición puede dañar el cerebro, los riñones y al feto, y muy probablemente provocar retraso mental, afectación en el andar o el habla, falta de coordinación, ceguera y convulsiones.
El mercurio que se emite en los basureros contamina el agua y la tierra, con lo que puede llegar a la comida pues se acumula en los tejidos de los peces.
El mercurio que se emite en los basureros contamina el agua y la tierra, con lo que puede llegar a la comida pues se acumula en los tejidos de los peces.
El plomo puede dañar el sistema nervioso, los riñones y el sistema reproductivo. Como no se degrada, cuando se libera al aire puede ser transportado largas distancias antes de sedimentar. Se adhiere a partículas en el suelo y puede pasar a aguas subterráneas.
El litio es un neurotóxico y es tóxico para el riñón. La intoxicación por litio produce fallos respiratorios, depresión del miocardio, edema pulmonar y estupor profundo. Daña al sistema nervioso, hasta provocar estado de coma e incluso la muerte. El litio puede lixiviarse fácilmente y llegar a los mantos acuíferos.
El cadmio es una sustancia cancerígena que si se respira en altas concentraciones produce graves lesiones en los pulmones; ingerirlo provoca daños a los riñones. En dosis altas puede producir la muerte. Ingerir alimentos o tomar agua con cadmio irrita el estómago e induce vómitos y diarrea. El cadmio entra al aire y al agua desde vertederos o por derrames de desechos domésticos, y puede viajar largas distancias.
El níquel tiene efectos sobre la piel. Respirar altas cantidades produce bronquitis crónica, y cáncer del pulmón y de los senos nasales. Se libera a la atmósfera por la incineración de basura. En el aire, se adhiere a partículas de polvo que se depositan en el suelo.
¿Qué podemos hacer?
Lo ideal sería La recogida selectiva de las pilas usadas en contenedores específicos y su tratamiento adecuado constituyen la solución más lógica y más respetuosa con el ambiente. Una vez recogidas, las pilas se llevan a una planta de reciclaje donde se segregan y se separa los metales peligrosos del resto de materiales que constituyen la pila. El proceso requiere la trituración de la pila, la cual se introducen en un destilador que se calienta hasta la temperatura adecuada. La condensación posterior permite la obtención de metales con un grado de pureza superior al 96%.
De la trituración de las pilas normales se obtiene escoria férrica y no férrica, papel, plástico y polvo de pila. Pero, lamentablemente, existen pocas plantas de reciclado de pilas ya que el proceso utilizado requiere un elevado consumo de energía y los tratamientos posteriores para recobrar el resto de componentes exigen una elevada inversión económica no siempre recuperable.
Esta estrategia ha permitido desviar la atención de los verdaderos responsables de esta contaminación. Los que están en mejores condiciones para tratar las pilas usadas son aquellos que tienen instalaciones industriales para fabricarlas.
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